domingo, septiembre 25, 2016


Buenos Aires, Museo del Libro y de la Lengua
“Buenos Aires recuerda a Giorgio Bassani”
12 de septiembre del 2016



Es un privilegio poder presentar esta Jornada de estudios ante la presencia de Paola Bassani Pacht, en este prestigioso espacio del Museo del Libro y de la Lengua de Buenos Aires, y dar comienzo a las actividades en ocasión del centenario del nacimiento de Giorgio Bassani.

“Buenos Aires recuerda a Giorgio Bassani” es nuestra propuesta, lanzada por algunos miembros de la Asociación de docentes e investigadores de lengua y literatura italianas ADILLI junto al Instituto Italiano de Cultura de Buenos Aires. Encontramos en las autoridades de la Biblioteca Nacional de Buenos Aires una fraternal disponibilidad y agradezco en calidad de una de las organizadoras de este homenaje por el espacio que nos brinda. Nos acompañan además la Fundación Victoria Ocampo, dirigida por María Esther Vázquez, el Centro de Estudios de Narratologia, el Centro de literatura comparada “Maria Teresa Majorana” de la Universidad Católica Argentina, la Universidad del Salvador. Los organizadores de este evento han querido proponer un momento distinto de los habituales porque el enfoque académico se suma a la perspectiva divulgativa.

Queremos rendir nuestro homenaje a una personalidad de la cultura italiana que aun hoy sigue conquistando el aprecio de nuevos lectores. Los intereses y las actividades de Giorgio Bassani fueron varios y enriquecedores. Profesor, poeta, narrador, crítico literario y guionista, para Giorgio Bassani el ámbito de la escritura era un terreno de continua exploración sobre el que avanzaba con su sensibilidad alimentada en los estudios de literatura e historia del arte. Excelente deportista, destacado jugador de tenis, fue también un apasionado de cine, arte y teatro. En sus largos años de actividad literaria, entró en contacto con diversas personalidades. Mientras seguía los cursos universitarios en Bologna, conoció Roberto Longhi, Leo Longanesi, Riccardo Bacchelli, Giuseppe Raimondi e Giorgio Morandi.  Bassani transcurrió algunos meses en Nápoles y luego se instala definitivamente en Roma donde encuentra las hijas del filosofo Benedetto Croce (Elena y Ada), Mario Soldati, Natalia Ginzburg, Elsa Morante, se desempeña como secretario de redacción de la revista “Botteghe oscure” y más tarde estuvo entre los redactores de la revista literaria “Paragone” Amplía pues el círculo de sus contactos: Marguerite Caetani, Pier Paolo Pasolini, Maria Bellonci, Vasco Pratolini. En una ocasión declaró “Me siento muy unido a la llamada generación del mezzo,... pues han partido de posiciones de tipo novecentesco, han nacido entre las dos guerras y han descubierto de algún modo a Italia, la han puesto en pie con una literatura realista que no se practicaba desde hace mucho tiempo”. [1]


La narrativa de Giorgio Bassani se difunde desde temprano en Argentina. La prima traducción al castellano es obra de Roberto Bixio, quien entrega su versión de Los Anteojos de oro a la Editorial Sur, en 1960. En lo sucesivo, sus novelas llevarán el sello de Seix Barral y llegarán a la Argentina desde España. Poco después, a inicio de los años setenta, Vittorio de Sica consigue el Oscar y el Oso de Oro en Berlín como mejor película extranjera con El Jardín de los Finzi-Contini y renovó el interés por la obra del escritor también en Argentina. Horacio Armani, durante su permanencia en Roma en 1971, lo entrevista para el diario “La Nación”. Es un diálogo entre dos personalidades de la cultura, dos escritores. Ente los tantos temas abordados, algunos toman en cuenta la relación del escritor con la tradición literaria y con el lector. Bassani afirma que “no podría escribir si en mi poética no estuviese implícita una relación de tipo religioso con cierto público. Mi literatura es fundamentalmente religiosa en este sentido, en esta búsqueda de relación con los otros y por esto no puede ser experimental”. [2]

Quisiera en este momento destacar dos aspectos, entre los tantos que sus páginas nos han legado. Por un lado, la certeza que Bassani tuvo en el valor de la memoria y en segundo lugar su compromiso con la verdad. Son dos aspectos estrechamente relacionados entre si, pues el primero alude al segundo y entre ellos se potencian.

Dice Micol Finzi-Contini en un momento de la novela “Io e te non siamo della gente normale, tra noi due più che il possesso delle cose, quello che conta è, come dire, il ricordarsi delle cose, la memoria delle cose. Non è così?”  Todas las obras narrativas de Bassani nacen de la necesidad de relatar el clima de una época, retomando casi obsesivamente un momento trágico de la historia italiana. La voluntad de conservar la memoria explica además su compromiso con “Italia Nostra”, la asociación nacida en 1955 para la salvaguardia del patrimonio artístico y natural italiano. Bassani se encuentra entre los socios fundadores. Declaró en una oportunidad “El mérito fundamental de Italia Nostra, su originalidad absoluta se encuentra, a mi parecer, justamente en la persuasión que tuvimos desde el inicio del calidad excepcional de los valores que nos proponíamos preservar. Estábamos convencidos, pues, y lo estamos mas todavía, que el patrimonio artístico y natural italiano pertenezca a todo el mundo”[3]. Esta constante atención hacia la posibilidad de preservar el recuerdo no lo abandonaba nunca y también se manifestó en ocasión de su visita a la Argentina. Maria Esther Vázquez lo entrevistó para el diario “La Nación”,[4] cuando Giorgio Bassani llegó a Buenos Aires para la Feria del Libro en 1983. En su reportaje, es posible encontrar las impresiones de Bassani luego de su visita a Rosario, a la que había concurrido con el propósito de admirar el patrimonio arquitectónico. Declaró en aquel momento “Este país posee importantísimos testimonios de la época liberty. Lo que resta de ese pasado en Rosario está en grave peligro. Se necesitaría que cualquier asociación, similar a Italia Nostra, se ocupase seriamente del problema.” En estos recientes años su augurio se ha vuelto una realidad, aun con mermas en los tesoros para salvaguardar.

A la consideración que le merece la memoria se asocia el compromiso con la verdad. Un artículo firmado por Bassani en 1957 “Lo scrittore e i mezzi di diffusione” contiene algunas interesantes observaciones. “Sebbene io creda molto fermamente al destino di intima solitudine dello scrittore, altrettanto fermamente credo alla necessità di un rapporto con la società nel seno della quale egli vive” afirma Bassani. Eran los tiempos en que se debatía sobre la influencia de las masas y la relación entre el individuo y la sociedad. Bassani aconsejaba “mantenere intatta la fede nella propria vocazione”, sin sucumbir frente a los gustos y las presiones del público, como arma para evitar las insidias de los nuevos canales de difusión masivos. Estos mismos conceptos fueron después retomados por Pier Paolo Pasolini cuando escribió el prefacio a La novela de Ferrara, publicada en 1974. Pasolini lo conoció a fines de los años cuarenta y recordando las polémicas desatadas en los años sesenta que pusieron en tela de juicio el estilo narrativo bassaniano notaba el efecto positivo que involuntariamente esas críticas habían producido en el mismo Bassani. Pasolini afirmó que el escritor ferrarés  “ha resistido gracias a la confianza en si mismo” cuando se percata que su misma obra es  “un bien valioso que debe ser conservado y completado.”

También Renata Donghi Halperin subraya el compromiso hacia la verdad en las obras de Bassani. Investigadora y crítica literaria especializada en cultura italiana, Renata Donghi lo presentó a los lectores argentinos en 1963 desde las páginas del diario porteño “La Prensa”. Concluía su reseña sobre Cinco historias ferraresas  planteando una disyuntiva “ Libros, los de Bassani, tan amargos que no se sabe si han sido escritos para contar lo que de tremendo aconteció en esos año bochornosos o para enjuiciar toda una sociedad”. La pregunta invita los lectores de Bassani a plantearse el dilema y tratar de darle respuesta.

En la tarde de hoy podremos ahondar varios aspectos de Giorgio Bassani, sus poesías y sus narraciones, también mediante la proyección de algunas escenas de Los anteojos de oro. Podremos además escuchar la voz misma de Giorgio Bassani, gracias al documental del 1979 que se presenta por primera vez al público argentino. 

Jorge Aulicino, periodista, poeta y traductor, nos presentará su versión de algunas poesías de Bassani, agregando algunos datos interesantes sobre las circunstancias que le permitieron entrar en contacto con la obra poética bassaniana. En 1971 Bassani afirmó, en la entrevista ya mencionada que le hiciera Horacio Armani, “Soy un poeta lírico, he nacido como poeta lírico y no hubiera podido escribir mis novelas si no hubiera escrito poesía” añade después “La prosa ha sido para mi una especie de necesidad de abrir mi poesía a la realidad”.

Maria Esther Vázquez nos permitirá descubrir momentos de la relación entre el escritor ferrarés y el ambiente literario argentino, ya en los años setenta, cuando ella y su marido Horacio Armani se encontraban en Roma. 

Con un enfoque más académico, Daniel Capano nos guiará en el recorrido a través de las principales obras narrativas, ofreciéndonos su clave de interpretación.

Alberto Daneri nos ilustrará su punto de vista sobre la presencia de los hechos históricos en las novelas.

Guillermo Piro nos brindará su lectura de algunas paginas narrativas del cuento Lida Mantovani, perteneciente a Cinco Historias Ferraresas y Néstor Tirri ilustrará aspectos ligados a la película realizadas sobre la novela Gli Occhiali d'oro.

Todas estas contribuciones nos permitirán apreciar mejor el documental y la conversación de Paola Bassani con Hugo Beccacece, a la que el publico está invitado a participar con inquietudes y observaciones.

Renata Adriana Bruschi



[1]    Giorgio Bassani: creación y polémica, Reportaje de Horacio Armani, La nación 11 de abril de 1971.
[2]    Giorgio Bassani: creación y polémica, Reportaje de Horacio Armani, “La Nación” 11 de abril de 1971.
[3]    La citación fue tomada de G. Bassani, Italia da salvare, Torino Einaudi 2005, pag 91, y fue traducida para esta comunicación.
[4]    “La Nación”, 3 de julio del 1983.

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